Seguridad Alimentaria en nuestros Programas de Atención Residencial

Según el Programa Mundial de Alimentos, el 60% de los hondureños experimenta inseguridad alimentaria. Los niños menores de 5 años, especialmente las niñas, y las personas con discapacidad, son particularmente vulnerables cuando se trata de desnutrición por inseguridad alimentaria. Además, el cambio climático y la pandemia de COVID-19 han puesto en riesgo a más familias en Honduras en cuanto a enfrentar este desafío.

En NPH Honduras, nuestra cocina prepara tres comidas saludables y deliciosas diariamente para garantizar que los niños y adolescentes que viven bajo cuidado residencial reciban la nutrición que necesitan y merecen. Además, los niños, niñas, adolescentes y jóvenes con discapacidad o enfermedades crónicas reciben planes dietéticos individualizados para satisfacer sus necesidades diferenciadas. Nuestro equipo de atención médica realiza controles anuales de niño sano a todos los beneficiarios para garantizar que su IMC sea adecuado de acuerdo con su grupo de edad.

En nuestra cocina, todas las comidas se preparan para incluir los grupos de alimentos que son esenciales para una dieta equilibrada e incluyen productos agrícolas y de origen animal que se obtienen en el Rancho Santa Fe. Esto garantiza que las comidas sean lo más frescas posible y, al mismo tiempo, minimiza los gastos de compra de alimentos. Además de alimentar a los niños, nuestra cocina también brinda comidas saludables y balanceadas a los miembros del personal que viven en el lugar, así como a los voluntarios. Todos los días en NPH Honduras alimentamos a más de 500 personas con comidas saludables y nutritivas. La seguridad alimentaria y la nutrición adecuada es una prioridad para NPH, porque sabemos que un estómago lleno conduce a niños y adultos saludables, felices y prósperos.

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