Bladimir Antonio Ruiz Rivas, Director Interino de NPH Nicaragua

Bladimir nació en Granada, Nicaragua, el 15 de noviembre de 1965. Hijo de Carmen Rivas y Orlando Ruiz, creció en el seno de una familia humilde. A pesar de las dificultades, su madre se esforzaba cada día por brindarle a él, a sus hermanos y el sustento necesario. Su dedicación y sacrificio se convirtieron en los pilares que lo guiaron a lo largo de su vida.

Estudió Ingeniería Industrial en la Universidad Nacional de Ingeniería durante el periodo 1991-1995. Debido a una serie de circunstancias, no completó su educación superior.

Su colaboración con NPH comenzó en 1998. Inició diseñando tarjetas de Navidad y folletos promocionales para NPH desde su estudio de diseño, ARCO Producciones. En ese momento, la persona de contacto era la Sra. Anna Buhler, una amiga cercana del Padre Wasson.

En 2002, durante una visita a Casa Santiago en la Isla de Ometepe, todo cambió por completo para Bladimir. Desde el momento en que conoció personalmente el proyecto de NPH, su vocación y servicio a niños y jóvenes en situaciones vulnerables, supo que esta sería su causa y que se comprometería plenamente, sin importar el tiempo o esfuerzo que pudiera requerir.

Fue durante una de las visitas a Casa Santiago que tuvo la bendición de conocer al Padre Wasson, quien luego le pidió que fuera parte de la Junta Directiva, a la cual se unió aproximadamente en 2003.

Actualmente, ha estado colaborando con NPH durante 26 años, trabajando inicialmente de manera voluntaria en la promoción y recaudación de fondos para el proyecto. Como miembro de la Junta Directiva, ha asumido varios roles, y hasta el día de hoy, se desempeña como Director Interino y Representante Legal de NPH-Nicaragua.

El compromiso de Bladimir con esta causa es inquebrantable. Está dispuesto a colaborar desde cualquier ámbito, ya sea en posiciones formales o como voluntario, adaptándose a las necesidades del momento porque está convencido de que cada acción cuenta para lograr un impacto positivo, y es su voluntad la que puede marcar la diferencia para que niñas, niños y jóvenes atrapados en la pobreza, y careciendo de muchas otras necesidades, puedan tener la oportunidad de avanzar y cambiar sus vidas.