NPH Perú continúa trabajando con el firme compromiso de brindar espacios donde las niñas se sientan seguras, confíen en el respeto absoluto de sus derechos y se sientan empoderadas para alcanzar sus metas. El acceso a una educación de calidad más equitativa, y el acompañamiento y orientación de nuestros profesionales para fortalecer su presencia y participación activa en sus comunidades son nuestros principales pilares.
Marili tiene 16 años, se unió a la familia de NPH Perú en julio de 2015 con su hermano menor Merary. Actualmente, ella está cursando el quinto grado del colegio «Víctor Manuel Murtua» y es beneficiaria de nuestro programa de reintegración Una Familia. Ella y su hermano dejaron la casa de NPH Perú el año pasado y se mudaron a la ciudad de Ica, aproximadamente a 150 km de Cañete, para reintegrarse con su abuela y sus tías.
Nació en Lima, pero a los pocos días ella y su familia se trasladaron a Ica con familiares de su padre. Los niños estaban al cuidado de su tía materna, pero vivían en la misma casa que su madre, a quien se le diagnosticó esquizofrenia. Debido a las dificultades que este diagnóstico implica, fue enviada con sus hijos a una institución de asistencia social.
Un nuevo comienzo
El 13 de julio de 2015, las autoridades judiciales ordenaron el traslado de Marili y su hermano a Nuestros Pequeños Hermanos Perú. Marili ha recibido atención integral constante desde que llegó a la casa de NPH Perú. Al igual que todos los demás niños y jóvenes, se le proporcionan servicios centrados en la educación, atención médica, alimentación y vestimenta. Todo ello en un ambiente seguro, donde recibe amor incondicional, constante cuidado y contención por parte de sus cuidadores, psicólogos y trabajadores sociales.
Marili recuerda que, cuando ella y su hermano llegaron, fue recibida por muchas niñas que querían jugar con ella. «Lo que más recuerdo es que había muchos juguetes, nunca había visto tantos juguetes juntos. Había varios niños y niñas que nos recibieron a la hora de la cena; comimos y luego empezamos a jugar», cuenta.
Desde niña siempre destacó por ser una estudiante responsable y sobresalió en los deportes. A través de diferentes talleres y actividades extracurriculares en NPH Perú, ha desarrollado habilidades en deportes como fútbol y atletismo. De hecho, a menudo es miembro del equipo de fútbol de su escuela y también participa en competencias de atletismo.
El desempeño académico de Marili es para resaltar. Siempre quiere completar sus tareas de manera sobresaliente para obtener las calificaciones más altas y adquirir nuevos conocimientos. A menudo recurre a sus tutores, o a otros colaboradores de NPH Perú, para resolver cualquier duda con sus tareas. Le gusta aprender más investigando en la biblioteca y disfruta completar crucigramas cuando termina sus asignaciones escolares.
Una de sus tutoras, Lucy Morón, que conoce muy bien a Marili desde que era niña, destaca algunas de sus cualidades: «Marili es una adolescente con muchos aspectos positivos. Por ejemplo, es muy perseverante en sus estudios, le gusta leer, es una excelente atleta y muestra su afecto y respeto por los encargados y trabajadores de NPH Perú. Es talentosa y tiene facilidad de comunicación, es una chica muy elocuente y creativa. Siempre está dispuesta a ayudar y tiene una buena actitud, misma que contagia a sus compañeros».
El próximo año, Marili empezará sus estudios universitarios, así que ya ha empezado a reflexionar acerca de la carrera elegirá. En cuanto a los estereotipos presentes en la sociedad, ella entiende que a menudo se asocia erróneamente algunas carreras con un género en específico. «Una de las carreras que me gustaría estudiar es ingeniería de sistemas. Hay muchas mujeres que se desmotivan y no se atreven a seguir lo que realmente quieren por temor a los estereotipos instalados, pues esta profesión la asocian más con los chicos. Por otro lado, también me gustaría estudiar diseño de modas, una carrera donde hay muchas más chicas que chicos; y, seguramente, muchos chicos también se desaniman y no la estudian por la misma razón’’, comenta.
Además, también nos cuenta que hace un tiempo asistió a un taller de costura con la terapeuta ocupacional del programa de voluntarios de NPH. Y así como ella disfrutó, también vio que varios de sus compañeros tenían el mismo interés y alegría. ‘’Esto no se ve mucho en las escuelas públicas, donde es más común que todos te juzguen y, al final, renuncies a tus intereses erróneamente. Espero que pronto no tengamos que hablar de estas situaciones, pero sé que aún nos queda mucho camino por recorrer», concluye.
Una lideresa innata
Eddy Martínez, trabajador social del programa Una Familia, destaca las cualidades de liderazgo de Marili: «Marili participa activamente en actividades internas y externas organizadas por su escuela y también por NPH Perú. En los partidos, siempre demuestra actitudes de liderazgo y es la capitana del equipo de fútbol. Organiza a sus compañeras en el campo y siempre trata de contagiar su espíritu ganador».
Marili tiene marcada su vocación de servicio, por lo que tiende a preocuparse por los demás. Lo demuestra no solo hacia su hermano pequeño Merari, sino también por otros chicos y chicas de la casa o de su colegio. El sentido de la igualdad y del trato justo para todos está siempre presente en las decisiones que ella toma.
«Ya sea en situaciones pequeñas o grandes, creo que tenemos que luchar por la verdadera igualdad. Y eso es lo que intento poner en práctica cada día. Por ejemplo, ya sea ayudando en la cocina o en las actividades del campo, tanto los chicos como las chicas somos capaces de hacerlo. En NPH es así y yo intento llevar esas mismas actitudes a donde voy», comenta Marili.
También opina sobre el respeto hacia la mujer: «Las chicas somos más propensas al acoso. Es importante recalcar que no podemos quedarnos calladas, es hora de parar este tipo de comportamientos, ya sea denunciándolos o enfrentándolos. Pero no olvidemos actuar siempre con respeto hacia el otro, no podemos reaccionar de manera irrespetuosa solo por el hecho de ser mujeres. Tenemos que hacernos respetar, pero también respetar al otro. Creo que el respeto es el otro».
«Los derechos de la mujer deben ser respetados, al igual que los de todas las personas. Por desgracia, cada vez hay más casos de violencia femenina, lo vemos en las noticias. Tenemos que actuar activamente en favor de las más vulnerables e informarnos. Una mujer siempre debe hacer oír su voz», resume.
Marili es una chica que tiene muchos talentos, pero además de tenerlos, se esfuerza constantemente para desarrollarlos y potenciarlos, aprovechando todas las oportunidades que se le presentan, tanto las que le brinda NPH como las de su escuela local. Es una adolescente segura de sí misma, confía en todo su potencial y tiene grandes expectativas para su futuro.
«No tengo miedo de lo que pueda venir. Probablemente, el año que viene empezaré la universidad y puede que me lleve algún tiempo acostumbrarme a este cambio. Sé que la fuerza de voluntad lo es todo y creo en mí misma para lo que venga. Ya sea como diseñadora de moda o como ingeniera, siempre habrá obstáculos que tendré que superar y lo haré con las mismas ganas y determinación con las que he llegado hasta aquí», finaliza.
Tú también puedes ayudarnos a seguir empoderando a más chicas como Marili y alcanzar una verdadera igualdad de género. Haz un impacto. Haz una donación.
*Los nombres han sido cambiados para proteger la privacidad de los menores.