Nuestros Pequeños Hermanos Perú reafirma su compromiso para brindar acceso a una educación de calidad y con más igualdad de oportunidades para los niños, niñas y adolescentes.
Según el Informe Técnico del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), solo el 70,8% de los adolescentes de 14 a 17 años de edad se dedica exclusivamente a estudiar. Mientras que el 29,2% se dedica a estudiar y trabajar, solo a trabajar o no estudia ni trabaja.
En este informe correspondiente al primer trimestre del año 2023, el 16,3% estudia y trabaja; el 7,7% no estudia ni trabaja y el 5,1% solo trabaja. Conforme al área de residencia, en el área urbana los y las adolescentes que solo estudian alcanzan al 76,8%, mientras que en el área rural al 51,6%.
En la educación inicial, el 92,9% de niñas y niños de 3 a 5 años de edad pudieron acceder a sus clases. En el nivel primario, las cifras son más alentadoras, pues la tasa neta de asistencia escolar de niñas y niños de 6 a 11 años de edad alcanzó el 98,9%. La educación secundaria es la más preocupante debido a que solo el 89, 8% de los adolescentes de 12 a 16 años asiste a algún año de colegio.
Estas cifras demuestran que, desafortunadamente, el sistema de educación en el Perú aún tiene varios retos por resolver para cerrar la brecha de aprendizaje en todo el país. Los resultados de este informe evidencian que no todos los niños, niñas y adolescentes pueden gozar de su derecho a la educación con igualdad de oportunidades.
Uno de los principales obstáculos es el retraso escolar, este es un claro indicador de que existe un número importante de niños, niñas y adolescentes peruanos que no logra capitalizar plenamente los servicios de la educación pública por distintos motivos. La situación se agrava si se toma en cuenta las cifras de deserción escolar.
El Perú tiene una tasa de deserción escolar del 6.3%, según cifras del Ministerio de Educación (Minedu). Según una encuesta del 2021 del INEI, 22 de cada 100 jóvenes entre 17 y 18 años, no han logrado concluir su educación secundaria, mientras 5 de cada 100 jóvenes entre 13 y 19 años no la ha culminado. Esto significa que existe un gran porcentaje de la población que carece de las habilidades necesarias para tener competitividad en el mercado laboral y contribuir a la productividad del país.
Aunque el nivel educativo de las niñas ha mejorado en las últimas décadas, continúa existiendo desigualdad, lo que significa que numerosas familias aún no ven la educación de las niñas como una prioridad y muchas son privadas de la oportunidad de asistir a la escuela. Aún persiste un mayor porcentaje de deserción en las mujeres (10.2%), frente a los varones (8.4%). En ese sentido, las niñas reciben una educación de menor calidad que los niños, lo que repercute negativamente en su futura empleabilidad y su potencial de desarrollo económico.
Los adolescentes que viven en zonas rurales se ven en la obligación de trabajar debido a problemas económicos y, en consecuencia, a reducir el tiempo que le dedican al estudio. Así lo confirma el Instituto Peruano de Economía (IPE), revelando que la fuerza de trabajo de trabajadores entre 14 y 18 años en las zonas rurales ha aumentado en 485 mil a principios del 2021. En estas circunstancias, las y los jóvenes se ven obligados a dedicarse a industrias y trabajos no competitivos en los que existen escasas oportunidades de crecimiento profesional.
Desde NPH Perú reafirmamos nuestro compromiso para seguir trabajando por la educación integral de nuestros chicos y chicas. Nuestros programas e iniciativas de educación tienen como objetivos apoyar el desarrollo y educación en la infancia temprana, apoyar el acceso a la educación, y promover el éxito académico de los estudiantes.
Los niños, niñas y adolescentes asisten a centros de estudio públicos, donde pueden integrarse a la comunidad y desarrollarse académicamente. Durante el año escolar, cuentan con todos los materiales necesarios para sus clases, como útiles escolares y uniformes; el servicio de transporte para sus colegios, garantizando su seguridad y comodidad; y una biblioteca equipada con computadoras e impresora para que puedan realizar sus tareas.
Además, NPH Perú cuenta con los servicios de dos profesoras, quienes brindan tutorías académicas por las tardes para que los estudiantes tengan un reforzamiento escolar y un apoyo para realizar sus tareas del colegio. De esta manera, se promueve un buen desempeño académico de los niños, niñas y adolescentes en la educación primaria y secundaria.
El programa de estudios superiores está dirigido a los jóvenes que continúan con sus estudios en institutos o universidades. El objetivo es apoyar a los estudiantes que comenzarán su vida universitaria fuera de las instalaciones de NPH Perú. Los jóvenes reciben el sustento monetario necesario para que puedan rentar su propia casa o habitación, y cubrir sus gastos de comida, higiene y transporte.
Esta iniciativa promueve la independencia de los jóvenes y los acerca a la experiencia de la vida adulta, mientras siguen teniendo el apoyo de NPH Perú. Los estudiantes aprenden a abrir una cuenta bancaria, buscar un apartamento, administrar su dinero y asegurarse de tener un buen desempeño académico. Ellos también reciben apoyo para cubrir los pagos de las cuotas mensuales de sus centros de estudio, los materiales de estudio, y los derechos de graduación.
Vivir fuera de la casa de NPH Perú también les da la oportunidad de tener trabajos de medio tiempo o de fines de semana. También asisten, por lo menos dos veces al mes, a realizar actividades de apoyo en las instalaciones de NPH Perú. Esta es una gran manera para ellos de experimentar un trabajo real, aprender responsabilidades y ser más independientes.
Nuestros Pequeños Hermanos Perú continúa con el compromiso de garantizar una educación de calidad y con igualdad de oportunidades para todos los niños, niñas y adolescentes. La educación es la clave para romper el ciclo de la pobreza y mejorar la vida de los niños. El objetivo es ayudarlos a alcanzar todo su potencial a través de los distintos programas educativos. El apoyo va desde proporcionar a cada niño todo el material escolar necesario; brindarles asistencia y guía en sus años escolares por parte de los psicólogos, tutores y profesores; y acompañarlos a lo largo de toda su etapa de estudiantes hasta verlos convertidos en profesionales.