Seis años de oportunidades

Subtitle Text Area

“Tu talento determina lo que puedes hacer, tu motivación determina cuánto estas dispuesto a hacer, tu actitud determina que tan bien lo haces”. 

Subtitle Image Area

18 Ene 2024

Mi nombre es Flor de María Irungaray Ajpop, actualmente curso el grado de tercero básico, en el Centro Educativo Nuestros Pequeños Hermanos. Tengo 17 años y soy la cuarta hija de siete hermanos. Mi mamá se llama María Salomé Ajpoj López y Padre se llama Edgar Adolfo Irungaray, y actualmente vivo con ellos en Parramos.  

Mi vida en NPH la puedo resumir contándoles que entré a estudiar en el 2018 en cuarto de primaria. Desde que entré a estudiar a NPH mi vida cambió. Estudiar en NPH fue lo mejor de mi vida, aprendí cada valor que se practica con amor y fe, a ser mejor persona cada día, a ser responsable en mis estudios y a nunca darme por vencida. En ese año me di cuenta de que soy muy buena jugando fútbol, empecé a practicarlo todos los días, pues había campeonatos en diferentes lugares e íbamos a jugar, como equipo de NPH. Recuerdo que ganamos el primer lugar en San Andrés Itzapa, cómo olvidar cada jugada.  

NPH ayuda a mi familia económicamente, mi familia y yo estamos agradecidos por la oportunidad y la beca que me dieron porque si no hubiese sido así, ahorita no estuviera estudiando y terminando mi básico. 

Mi experiencia en NPH ha sido bastante grande, pero lo más importante es que aprendí lo que es el amor, los valores y sobre todo ver como NPH es una gran familia llena de calor humano y paz para todas las personas. El amor en NPH es lo que rebalsa en cada uno, ya que sin importar como somos nos brindan apoyo.  

Siempre me sentí en familia y le agradezco a Dios por la oportunidad de haber podido estar en NPH durante 6 años, y por el apoyo que nos dieron junto a mi familia, ya que en el tiempo de pandemia nos ayudaron con víveres y en muchos otros aspectos. 

También quiero decir que a la persona que admiro más al director, a quien de cariño le llamo ‘’tío Orlando’’, ya que él me ha dado el apoyo y el amor tal como se lo da a cada beneficiario.   Gracias a él pude tener un par de zapatos para seguir jugando fútbol en el equipo de NPH. Es una persona muy amable, gentil y amorosa. Cuando sea grande quisiera poder ser como él, tener un corazón inmenso para ayudar a las personas, en especial en el deporte, así como él lo hizo conmigo.  Agradezco a Dios por la gran persona que él es y pido para que siempre Dios lo ilumine, fortalezca, y le de sabiduría para guiar y apoyar a los que más necesitamos.  

Mis sueños y planes, si Dios me lo permite, son: estudiar un bachillerato en educación física ya que es lo que me apasiona y tener una base para poder estudiar y ser árbitro de fútbol, entrenadora, y ayudar a los niños y niñas a cumplir sus sueños de ser deportistas.  Así también, me gustaría ser una gran futbolista y poder jugar en la selección femenina de mi gran país Guatemala.  También mi sueño es tener una academia de fútbol para ayudar a los niños y niñas que no tienen la oportunidad de ir a una academia y le pido siempre a Dios para que me ayude a cumplir cada uno de mis sueños deportivos.  

Una de mis metas es ayudar a mis padres que siempre están para mí y devolverle todo lo que un día ellos me están dando, gracias a ellos soy lo que soy ahora, y quiero ser más por ellos, llenarlos de alegrías y sobre todo tenerlos a la par mía en cada paso que doy.  Dios primero me permita llenarme de mis sueños, se lo pido todos los días.  

Para finalizar quiero agradecer a Nuestros Hermanos Guatemala la oportunidad que me dieron en mis estudios, el apoyo moral, económico y social para salir adelante.  Quiero hacer mención a mis padrinos por el apoyo que siempre me brindaron durante seis años, y también a NPH por darme la oportunidad de formar parte de esta inmensa familia. Que Dios los bendiga. 

¡Gracias NPH!