Hola a todos, mi nombre es Santa Yuleikys Ortega Delzamon y tengo 20 años de edad. Soy parte de la familia NPH República Dominicana y me alegra poder contarles mi historia a través de este espacio.
Quiero contarles que llegué a la institución NPH en el 2006 junto a mis dos hermanos, siendo yo la más pequeña. Cuando vine a formar parte de esta gran familia que me ha brindado mucho apoyo, apenas tenía 3 años de edad. En el trascurso del tiempo, mientras iba creciendo, fui beneficiaria en el programa educativo donde me brindaron todo el soporte académico y gracias a eso fue posible que yo culminara mis estudios de secundaria.
Mientras estuve en NPH me gustó mucho cómo nos trataban, a mí y a mis hermanos. Siempre se esforzaban para que nosotros fuéramos creciendo con una buena disciplina y orden. Para ese entonces, yo no sabía qué me iba a ayudar tanto todo lo que había aprendido en la casa, y gracias a eso ahora puedo poner en práctica estos valores ya estando fuera. Sin duda, mi mayor recuerdo es el trato que nos dieron a mí y a mis compañeros desde que llegué a la casa, me acogieron como una hermana más. Lo que más llevo en mi mente es cada una de las personas que hicieron posible mi estadía en NPH, las que me apoyaron sin importar las circunstancias, tanto en las más felices como en las más tristes.
Cuando salí de la institución y me fui a vivir con mi familia, fue una nueva experiencia porque no me había criado en un ambiente familiar nuclear y en los días de visita que podían visitarme en NPH, no eran muy frecuentes, entonces no contaba con la suficiente confianza como para ir a vivir con ellos. Sin embargo, a medida que fue pasando el tiempo fui compartiendo y conociéndolos un poco más, y ahora puedo decir que me siento en confianza con ellos y estoy muy feliz de poder compartir esta etapa de mi vida con personas de mi sangre.
La persona que me ayudó en el proceso de reintegración fue María Celeste, la encargada del programa fortalecimiento familiar y comunitario aquí en el hogar, quien hizo posible que ahora vuelva a estar con mi familia. Poder regresar y compartir con ellos, jugar, bailar, contarles mis chistes, porque soy muy graciosa, y sobre todo darles a conocer mis experiencias vividas todo este tiempo en NPH, es algo muy bonito.
Ahora estoy en proceso de formar parte del programa universitario donde tengo la oportunidad de continuar estudiando una carrera de pregrado. Tengo muchas metas propuestas para cumplir. Pienso estudiar para ser alguien productiva en la sociedad, poder ayudar a los más necesitados, que son los niños. Y es por eso que quiero estudiar para ser profesora de nivel primario y así poder ayudar a los niños que crezcan con los valores y principios que me han inculcado en mi gran familia NPH República Dominicana.
Le doy gracias a Dios por todo lo que ha sido mi vida al formar parte de NPH.