NPH implementa iniciativa que vigila por el acceso a la educación de calidad de sus beneficiarios

Subtitle Text Area

San Ignacio, Portachuelo, Bolivia - NPH Bolivia garantiza el derecho de acceso a la educación a todos los niños, niñas y adolescentes beneficiarios de sus programas.

Subtitle Image Area

22 Ene 2024

Todo niño, niña y adolescente tiene derecho a la educación y es obligación del Estado asegurar por lo menos la educación primaria gratuita y obligatoria. La aplicación de la disciplina escolar deberá respetar la dignidad del niño en cuanto a su persona humana”, señala la convención de los derechos del niño, niña y adolescente. 

En Bolivia, el acceso a la educación está regulada bajo la ley 070: Ley de la Educación “Avelino Siñani – Elizardo Pérez”, la cual establece que: “Toda persona tiene derecho a recibir educación en todos los niveles de manera universal, productiva, gratuita, integral e intercultural, sin discriminación”. La ley también afirma que la educación es la primera responsabilidad financiera del estado, asumiendo la obligación indeclinable de sostenerla, garantizarla y gestionarla. Pero, ¿cuál es la realidad con la que se topa Bolivia?, niños, niñas y adolescentes que no pueden asistir al colegio por pobreza, trabajo infantil, barreras culturales debido a la diversidad lingüística, entre otros. 

Según el último censo realizado en el país, alrededor de 151.000 adolescentes en Bolivia no van al colegio (INE, 2012), por otro lado, el Registro Único de Estudiantes (RUDE) de 2016 señala que en el país 34.000 niños de una población de 2,6 millones de colegiales trabajan y estudian. En los registros del ministerio de Educación del país, 53.879 estudiantes fueron registrados como “retiro por abandono” durante la gestión 2022.  

En América Latina y El Caribe ya se registraban casi 12 millones de niños, niñas y adolescentes fuera de los sistemas educativos y a estas cifras se añaden las consecuencias por la crisis de la Covid-19. De acuerdo al informe “Cuando las escuelas cierran”, presentado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el cierre de las unidades educativas afectó a casi 1.600 millones de estudiantes en más de 190 países. Alrededor de 14 países del mundo permanecieron cerrados en gran medida desde marzo de 2020 hasta febrero de 2021. Dos terceras partes de esos países se encuentran en América Latina y el Caribe, y casi 98 millones de niños en edad de asistir a la escuela resultaron afectados. De los 14 países, las escuelas de Panamá son las que más días permanecieron cerradas, seguidas de las de El Salvador, Bangladesh y Bolivia (UNICEF, marzo 01, 2021).  

Como respuesta, y, reconociendo que, invertir en la educación es invertir en el desarrollo humano social y económico de un país y del mundo, NPH Bolivia cuenta con la Iniciativa Regional de Educación y Desarrollo, contemplando el programa de Educación Formal. Dentro de este programa se apoya e impulsa la educación integral de todos los beneficiarios de NPH, con el objetivo de reducir las barreras para su acceso y promover la inclusión educativa, para proporcionar a las personas herramientas necesarias para salir de la pobreza, romper el ciclo intergeneracional de desventaja y mejorar su calidad de vida.  

Desde la primaria, con la Escuelita Padre William Wasson, fundada en el 2013, se ofrecen cursos para estudiantes de 3ro. hasta 6to. básico, contando con dos maestros y una psicopedagoga que se encargan de realizar adaptaciones curriculares para los niños y niñas que lo necesiten de acuerdo a sus capacidades; misma que se encuentra dentro de los predios de la fundación, pero también recibe a estudiantes de la comunidad. 

En la secundaria los jóvenes y señoritas de cuidado residencial asisten al colegio de la comunidad en San Ignacio, y los de Transición a la Vida Independiente culminan sus últimos grados en la localidad de Portachuelo. Por otro lado, en los estudios superiores, los beneficiarios tienen libertad de elegir su carrera y las universidades o institutos técnicos de su preferencia ya sea en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra u otras ciudades cercanas de la región, quienes cuentan con una evaluación y guía previa del programa de orientación vocacional. 

A todos se les apoya con material escolar y uniformes, los educadores y facilitadores sociales (en el caso de cuidado residencial y transición) hacen seguimiento, en las reuniones de padres, en sus notas y por supuesto si es necesario les ayudan en sus tareas y deberes. Además, existen ítems escolares para las familias que forman parte de los programas de reintegración familiar y empoderamiento familiar. 

Nuestros Pequeños Hermanos Bolivia, asume el compromiso de garantizar una educación de calidad, accesible para todos los niños, niñas y adolescentes que forman parte de nuestros programas, reconocemos su importancia como uno de los pilares fundamentales del progreso social, así como de nuestra filosofía. En palabras de nuestro fundador: “El estudio sacará a mis hijos de la pobreza”. 

¿Deseas unirte a esta misión? ¡Haz tu donativo a la causa hoy!