Lo más importante es ver a los niños felices

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Tengo 17 años de laborar en la institución y para mi NPH es amor incondicional, es familia.

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29 Ene 2024

Mi nombre es Victoria Irías, soy la directora de Pre-Básica en el Centro de Educación Rancho Santa Fe. Antes de llegar a NPH no tuve experiencia en otro lugar. En diciembre de 2005 me gradué de la Escuela Normal Mixta Pedro Nufio y en el 2006 inicié como asistente de maestra aquí en NPH. Luego obtuve el puesto de maestra titular y en el 2021 me ofrecieron ser directora. 

Siempre he sido muy cercana a mi familia, hemos sido muy unidos y  el amor, el respeto y la unidad son valores muy importantes para mi. Eso mismo me impulsó a ingresar a NPH, porque es el mismo ambiente familiar con el que yo he vivido toda mi vida.  

Comencé a trabajar en NPH con 17 años de edad, todavía no había cumplido los 18 años y recuerdo que me pidieron que trajera una autorización firmada por mis papás para poder laborar. Por eso estoy muy agradecida, ha sido como otra familia, me ha formado como profesional, como persona y manteniendo los valores que adquirí en casa. 

Tengo recuerdos de cuando estudié mi ciclo de educación básica,  siempre miraba pasar el bus de empleados de NPH y desde entonces sentí el llamado de formar parte de esta familia. En ese momento no pensaba concretamente: “¡Voy a trabajar ahí!”, pero ese bus tenía algo que me atraía y recuerdo que me sentaba y lo miraba pasar. Esto me dice que Dios también desde ese momento hizo un llamado a trabajar por la niñez. Y la verdad me sentí nerviosa cuando ingresé, porque era todo nuevo para mí. Aprendí mucho de las directoras, quienes eran mis mentoras y jefas, pues yo era muy jovencita y ellas me fueron formando y me ayudaron mucho a ser lo que soy. También admiro, y puedo decir que muchísimo, al padre Wasson, el fundador de NPH. Lo admiro por como ha cambiado la vida de tantos niños y niñas con su legado, inclus,o de los empleados que nos hace ser mejores personas. 

Aquí el reto más grande es integrar a los niños de las familias comunitarias, que se sientan parte de NPH, pues su paso por aquí es más breve que los que también reciben el cuidado residencial. Debido a eso, trabajamos con los padres mediante encuentros para que conozcan la filosofía y la cultura organizacional, y que a la vez, se integren con los niños y  crean que esta es su casa. 

Para mi, lo importante es hacer mi trabajo con amor, pensar como que trabajáramos para Dios. Me encanta ver a los niños felices, pues soy consciente que muchos de ellos vienen con dificultades emocionales, aquí, verdaderamente se sienten amados. Ver sus rostros me motiva a seguir trabajando para ellos, a seguir profesionalizándome. Y es por eso que me encantaría estudiar una maestría, porque así también contribuyó más en el trabajo y el desarrollo de los niños.