Mi nombre es Yamile Mirella Quispe Sánchez, tengo 17 años y actualmente soy integrante del Centro Familiar Comunitario Padre Wasson de Nuestros Pequeños Hermanos Perú. Estoy en el último año de educación secundaria en la institución educativa “Centro de Mujeres”, un colegio público de San Vicente de Cañete.
Vivo con mi madre Teresa Micaela Sánchez Guerrero en casa de mi abuelita. Su casa está en el barrio de Santa Rosa, en el distrito de San Vicente de Cañete. Mi mamá tiene un terreno en el asentamiento humano “Arístides Merloni 18 de octubre”, pero aún no hay nada construido y por eso vivimos en la casa de mi abuelita.
Mi familia y yo somos parte del Centro Familiar Comunitario Padre Wasson de NPH Perú desde marzo del 2023. Esto significó una gran oportunidad para nosotros ya que nos ayudó en muchos sentidos. Pudimos cubrir necesidades que antes eran difíciles de conseguir, como tener alimentos diarios para nuestras comidas. Gracias al centro familiar, podemos contar mensualmente con una canasta básica de alimentos que nos ayuda a tener una buena alimentación.
También tengo la oportunidad de asistir dos veces por semana a las sesiones de psicología y mensualmente a sesiones de fortalecimiento familiar con mi mamá. Las sesiones y talleres son conducidas por la psicóloga Edith Calixto, con quien siento que es fácil expresar lo que siento y entender lo que nos transmite. Esto nos ha ayudado a mejorar las relaciones en nuestra casa, a tener más unión familiar y me ha servido para fortalecer la confianza que tengo con mi mamá, tanto de mi parte como de la suya.
En las sesiones de psicología, he participado en talleres de inteligencia emocional, donde aprendí acerca de la importancia de reconocer mis emociones, expresarlas y gestionarlas de manera saludable. He aplicado esto en la convivencia con mi mamá, mis tíos y mis sobrinos. También me ha servido para identificar qué es lo que siento respecto a mi padre, con quien no tengo ninguna relación, pues no he crecido con él.
En los talleres de psicología también aprendí acerca de las herramientas comunicativas. Conocí los estilos de comunicación y descubrí que el estilo asertivo es el más adecuado para comunicarme con los demás. También hablamos sobre las estrategias para la solución de conflictos que ayudan a tener una convivencia más pacífica. Esto me ha servido mucho para entenderme mejor con mis familiares y compañeros en el colegio.
Todas estos talleres de psicología y las sesiones de fortalecimiento familiar también han hecho que tenga más confianza en mí, reconozca mis virtudes y pueda desarrollarme poniendo en práctica mis capacidades. En el verano, tuve la oportunidad de dar clases a los más pequeños como profesora voluntaria. Les dicté clases de reforzamiento de los cursos de matemáticas y comunicación integral a las niñas de primaria.
Antes de asistir a las sesiones de psicología, no podía manejar ciertas situaciones difíciles que se me presentaba. Sin embargo, luego aprendí a identificar mis virtudes y usar estos recursos para poder resolver los conflictos. Sé que con disciplina y perseverancia puedo lograr lo que me proponga.
Actualmente, en los talleres de psicología, estoy armando mi plan de vida. Esto me ayuda a tener claras cuáles son mis metas a corto y mediano plazo. Este año estoy en quinto de secundaria, así que me gustaría poder terminar este último año en el primer lugar del cuadro de méritos. Esto me ayudaría a poder postular por una beca del gobierno y luego tener la oportunidad de acceder a la universidad y estudiar la carrera de Derecho.
Definitivamente me siento agradecida por todo lo que he logrado y sé que, si muchas personas se siguen sumando a la familia NPH, muchos otros niños podrán cumplir sus sueños también.