El pasado mes de noviembre, el Centro Escolar Católico Nuestros Pequeños Hermanos El Salvador realizó su vigésimo tercer acto de graduación, en el que 11 estudiantes de Parvularia 6, y 10 estudiantes de Noveno Grado recibieron su diploma que los certifica para poder cursar el Primer Grado y el Bachillerato, respectivamente.
El evento dio inicio a las 9:00 de la mañana con la Santa Eucaristía, seguido de una ceremonia celebrada en las instalaciones de NPH. Como es tradición de cada generación de graduandos, la promoción 2023 fue bautizada con el nombre de su padrino, quien en esta ocasión fue Reinhart Koehler, Presidente de la Junta Directiva de NPH Internacional.
Tras entonar el Himno Nacional de El Salvador y recibir unas palabras de bienvenida, uno a uno los niños subieron al escenario para recoger su certificado. Además, se hicieron menciones especiales al ‘‘Alumno Integral’’ y al alumno con el mejor promedio de calificaciones en ambos grupos de graduandos.
‘‘Me sentí feliz al ser Alumno Integral, pues valió la pena todo el esfuerzo que hice’’, opinó Ronal*, estudiante destacado del noveno grado. El joven también resaltó la presencia de los distintos invitados especiales en el evento, tales como los miembros de la Junta Directiva Internacional de NPH y algunos padrinos (patrocinadores) de Estados Unidos. Asimismo, reconoció los detalles que todo el personal de NPH tuvo hacia los estudiantes.‘‘Nos trataron muy bonito y como prepararon todo es algo que no en cualquier lugar se hace. Me siento contento por ser parte de esta gran familia. Ahora, ya me estoy preparando para entrar al Bachillerato, se ve un poco difícil, pero hay que hacer el esfuerzo’’, concluyó.
Luego de recibir sus diplomas, la ceremonia finalizó con unas palabras de agradecimiento por parte de una madre de familia y el testimonio de una estudiante de noveno grado. Y por otro lado, la directora del centro escolar, Karen de Figueroa, mencionó que las graduaciones son un acto que ‘‘encierra todo lo que se trabajó en el año’’, como equipo educativo. ‘‘Es un evento que preparamos con el cariño y el deseo de cuidar cada detalle, para que los niños lo recuerden como un ‘día de gala’ que marca el paso hacia otra etapa de sus vidas. Para los de Parvularia, se va reduciendo el juego y se van incorporando más actividades académicas; y para los niños de noveno, es su último año antes de separarse e ir a bachilleratos diferentes’’, explicó la directora.
Aunque el centro escolar de NPH El Salvador no cuenta con servicio de Educación Media, se da un seguimiento para que la población externa (los niños y niñas que pertenecen al Programa de Becas Comunitarias) puedan completar sus estudios de bachillerato. Y, en el caso de la población interna (los niños y niñas de acogimiento residencial, se gestiona su transición a la Casa San Francisco de Asís, la cual es otra residencia de NPH en donde los jóvenes pueden estudiar el Bachillerato y la Universidad en Santa Ana.
*Nombre de beneficiarios modificados por motivos de privacidad