Cocinar en NPH El Salvador: Un Arte Preparado con Amor 

Subtitle Text Area

En las paredes culinarias de Nuestros Pequeños Hermanos (NPH) El Salvador, entre comidas preparadas y recetas compartidas, se encuentra la historia de un joven perseverante y esforzado, cuya vida fue transformada por el apoyo y cuidados del hogar, y ahora la dedica a servir con amor a los niños y niñas. 

Subtitle Image Area

Una Conexión Especial

 

Kelvin Alvarado (23 años) dio sus primeros pasos en NPH El Salvador cuando tenía poco más de un año de edad. Junto a sus dos hermanos mayores, Margarita y Álvaro, los pequeños dejaron atrás una vida de carencias en la que sus padres no podían darles lo necesario para que fueran niños sanos y felices. 

Sin embargo, esta realidad cambió gracias al amor, seguridad y oportunidades que recibieron. Asimismo, fue fundamental el lazo fraternal entre hermanos para construir una red de apoyo, especialmente para Kelvin, quien, al ser solo un bebé, requeriría de mayor atención y cuidado. Entre risas, él recuerda que, aunque generalmente era un niño tranquilo, cuando tenía sus momentos de llanto, su hermana mayor siempre estaba ahí para él. 

La conexión que Kelvin compartía con sus hermanos era tan especial que eso también le supuso enfrentar uno de sus más grandes desafíos en la vida. Y es que, cuando ellos alcanzaron la edad para iniciar una vida más independiente, tuvieron que emprender un camino distinto al de Kelvin. ‘‘Mi mayor obstáculo fue la partida de mi hermana. Primero, ella se había ido a estudiar el bachillerato, pero todo ese tiempo yo estuve con mi hermano, entonces, no sentía tanto el dolor. Pero cuando tenía 14 años, ella se fue definitivamente para hacer su vida independiente y, luego, cuando tenía 18 años, mi hermano se fue para estudiar su carrera y, con suerte, lo veía los fines de semana’’, relata el joven. 

Pero, por otro lado, esa misma conexión fraternal que le supuso dolor por la despedida, también lo motivó a seguir los pasos de sus hermanos en su propio camino de descubrimiento y éxito profesional. 

Inspirado por su hermano, quien está a punto de culminar su carrera de Psicología, Kelvin decidió cursar también estos estudios. Sin embargo, en medio del trayecto se dio cuenta que su vocación no se encontraba ahí; entonces, recordó aquellos momentos en los que veía a su hermana preparar comida y sentir curiosidad por este mundo. Luego, cuando apoyó en el área de cocina durante un año dentro de la casa, aprendió mucho de los otros cocineros. Fue así que Kelvin pudo darle forma a su deseo de ayudar a los demás y canalizarlo a través de la gastronomía. 

 

El Cambio De Un Sueño

Luego de un año inscrito en la carrera de Psicología, Kelvin decidió sumergirse en el mundo de la cocina, y tras un año más preparándose en el arte de la gastronomía, obtuvo su título como Chef Profesional. 

Desde mayo de 2023, inició su camino como cocinero de NPH El Salvador. Entre turnos rotativos, su jornada inicia a las 5:00 a.m. y finaliza alrededor de las 8:00 p.m., dedicándose a preparar con amor los alimentos que los niños y niñas reciben en el desayuno, almuerzo y cena. 

Sin embargo, ni su graduación profesional ni su primera oportunidad laboral, lo llenan tanto de orgullo y satisfacción como el simple y sencillo hecho de haber crecido en NPH. ‘‘Creo que el mayor éxito aún no lo tengo, porque creo que en NPH hay demasiadas cosas por hacer, y los logros vienen y van. Si hablamos del mayor logro para mí, es haber crecido en NPH, porque el cómo soy, cómo me desenvolví y todo lo que hice es gracias a NPH’’, explica él. 

Y, ahora, todo ese agradecimiento lo retribuye a través de su trabajo, con el que desea inspirar y ayudar a los demás, y con el cual ha aprendido a no frustrarse por los retos del camino: ‘‘Me marcó bastante mi primer día, porque quemé el arroz, entonces me había afligido, pero una de las cocineras me tranquilizó y me ayudó a hacerlo de nuevo, y salimos bien’’. 

Cada día, Kelvin aprende más sobre cómo continuar el legado del Padre Wasson a través de su labor en la cocina y, en un futuro, desea poder seguir conectando con las personas a través del arte de la comida, con el anhelo de un día abrir su propio restaurante de comida italiana. 

NPH ofrece a muchos niños y niñas no solo un lugar en el que puedan refugiarse, sino también un espacio con oportunidades para aprender, prosperar y crecer. Y, con tu ayuda, podemos seguir construyendo un mundo en donde cada niño, adolescente y joven tenga la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.