De niña en situación de riesgo social a Sanadora: La Inspiradora Historia de la Dra. Lise

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“Después de la muerte de mis padres en 2002, mis familiares no tenían los medios para hacerse cargo de mí, ni económica ni socialmente. Ya no podía ir a la escuela, enfrentaban dificultades de vivienda y otros desafíos, lo que finalmente llevó a mi ingreso en el hogare de acogida.”Lise, exalumna de Nuestros Pequeños Hermanos y Hermanas

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10 Oct 2025

En 2005, una niña llamada Lise llegó a Nuestros Pequeños Hermanos y Hermanas (NPH). Tenía solo diez años — frágil, insegura, pero llena de sueños no dichos. Habiendo perdido a sus dos padres a temprana edad, enfrentaba una vida de inestabilidad y carencias. Su familia, abrumada por la pobreza, ya no podía mantenerla.

Sin embargo, dentro de los muros de NPH, Lise encontró algo más que un techo: descubrió una nueva familia, una comunidad que creyó en su potencial incluso antes que ella misma.

En Ste Hélène, uno de los hogares de NPH, Lise descubrió un mundo donde el amor, la disciplina y el aprendizaje caminaban de la mano, gracias al apoyo de los tíos y tías. Fue allí donde su sueño comenzó a tomar forma. Rodeada de educadores, cuidadores y una comunidad llena de compasión, aprendió el valor de la perseverancia y el significado de la responsabilidad.

Elegí la medicina”, recuerda, “porque siempre quise ayudar a los demás y aliviar su sufrimiento. Crecer en NPH me mostró lo esenciales que son la salud y la solidaridad. Quería devolver todo lo que había recibido.

Esa determinación la acompañó durante años de estudio en la Universidad Notre-Dame d’Haïti, gracias al apoyo de NPH, donde recientemente obtuvo su título de médica. Su camino no fue fácil: largas noches de estudio, momentos de duda y los desafíos financieros que enfrentan muchos estudiantes en Haití.

Pero NPH nunca estuvo lejos. La organización la apoyó en cada paso, no solo de manera material, sino también emocional y moralmente.

Su apoyo no fue solo material”, dice. “Siempre estuvieron a mi lado, recordándome que rendirse no era una opción.

Hoy, la Dra. Lise se erige como un ejemplo vivo de lo que representa NPH para tantos niños: la esperanza hecha realidad. Su éxito no es solo suyo, es una victoria compartida — la de cada educador, donante, empleado y cuidador que contribuye a la misión de transformar vidas.

Mientras se prepara para realizar su año obligatorio de servicio comunitario, la Dra. Lise sueña con especializarse aún más en medicina y ayudar a mejorar el acceso a la atención médica en toda Haití.

Quiero guiar a otros como me guiaron a mí”, dice. “Mi mayor deseo es transmitir el mismo amor y la misma fe que moldearon mi vida.

Su trayectoria — de una niña necesitada de cuidados a una doctora dispuesta a cuidar de los demás — nos recuerda que cuando invertimos en un niño, invertimos en el futuro de una nación.

Gracias a Nuestros Pequeños Hermanos y Hermanas, un sueño perdido se convirtió en una vida dedicada a sanar y servir.