Una Nación en Crisis y una Familia Bajo Asedio
¿Qué tan peligroso es Haití? El 3 de agosto de 2025, el orfanato Saint-Hélène en Kenscoff—un centro emblemático de Nos Petits Frères et Sœurs (NPFS)—fue atacado por hombres armados. Ocho personas fueron secuestradas, incluyendo a Gena Heraty, coordinadora del Programa de Necesidades Especiales de NPFS, y a un niño de tres años, junto a varios miembros del personal.
Este acto de terror ocurrió en medio de una situación de seguridad colapsada. Hoy, más de 200 bandas armadas operan en todo Haití, muchas unidas en coaliciones flexibles que controlan efectivamente hasta el 80% de Puerto Príncipe y gran parte de las regiones circundantes. Estos grupos no solo están involucrados en secuestros y extorsiones, sino también en decidir quién puede moverse, trabajar o incluso acceder a alimentos, medicinas y educación. Su dominio ha reducido la autoridad estatal a fragmentos, dejando a millones de haitianos vulnerables y con miedo.
En medio de este aumento del crimen en Haití, NPFS y su socio, la Fundación St. Luke se vieron obligados a tomar la inimaginable decisión de cerrar temporalmente el Hospital Pediátrico St. Damien y el Hospital St. Luke hasta que los secuestrados sean devueltos sanos y salvos. Estos son de los pocos hospitales en funcionamiento para los pobres y vulnerables en Puerto Príncipe. En una nación donde las pandillas dictan la vida diaria, NPFS se erige como un faro de esperanza—pero nunca esa luz ha estado más en riesgo.
Inestabilidad Crónica y Control de Pandillas
Haití ha estado plagado durante mucho tiempo por fragilidad política y corrupción. Pero en los últimos años, el auge de cientos de pandillas armadas ha vaciado lo poco que quedaba de la autoridad estatal. Para 2025, estas pandillas no solo luchaban entre sí, sino que también formaban alianzas cambiantes que ahora rivalizan con cualquier institución gubernamental. Su alcance se extiende a carreteras principales, puertos y suministros de alimentos, manteniendo efectivamente a la nación como rehén. Entre enero y junio de 2025, Haití registró más de 3,100 asesinatos y alrededor de 336 secuestros, muchos dirigidos a trabajadores humanitarios y líderes comunitarios. Para las familias, esto significa que no hay garantía de seguridad en sus hogares, escuelas o lugares de trabajo.
Desastres Naturales
El terremoto de 2010 sigue siendo una cicatriz en la memoria colectiva de Haití. Mató a más de 200,000 personas, desplazó a millones y destruyó infraestructura que nunca ha sido completamente reconstruida. Para NPFS, fue un punto de inflexión: el colapso del Centro Padre Wasson obligó a crear nuevos programas para atender a cientos de niños repentinamente huérfanos y desplazados.
Pobreza y Marginación
Haití es el país más pobre del hemisferio occidental. Más del 80% de la población vive en pobreza, y muchos sobreviven con menos de US$2 al día. Los servicios públicos son escasos o inexistentes. Quienes tienen discapacidades enfrentan una doble carga: el estigma social y la ausencia total de sistemas de apoyo gubernamentales.
Crisis del Agua
Además de desastres naturales, inestabilidad económica y violencia generalizada, Haití también enfrenta una grave crisis de agua, que ha dejado a gran parte de su población privada de algo esencial para la vida diaria. UNICEF informó, en 2024, que 7 de cada 10 personas no tenían acceso a un sistema de saneamiento mejorado, y que el 25% de los hogares tuvieron que recurrir a la defecación al aire libre como resultado de estas condiciones. La escasez de agua en el país plantea un riesgo significativo de brotes de cólera y una variedad de otros riesgos de salud para la población en general. El nivel de peligro en Haití para vastos sectores de la población no puede ser exagerado, ya que este conjunto de problemas se acumula para crear una situación inimaginablemente grave.
NPFS en Acción: Sanando a Través de Programmes de Vie
En este estado de colapso, Nos Petits Frères et Sœurs (NPFS) sigue sirviendo como un salvavidas para miles. Aunque es difícil ilustrar lo peligroso que es Haití, NPFS permanece firme en su compromiso con su misión de ayudar a la juventud haitiana y al país en su conjunto.
Cuidado Residencial de Estilo Familiar – St. Hélène & FWAL
Fundado en 1987 por el Padre William Wasson, el hogar St. Hélène de NPFS en Kenscoff ofrece vivienda segura, escuelas, una clínica y tierras de cultivo para cientos de niños. Sigue siendo un santuario donde los niños pueden aprender, crecer y sentirse seguros a pesar de la agitación más allá de sus puertas. Después del terremoto de 2010, NPFS lanzó el programa Padre Wasson Ángeles de Luz (FWAL), ofreciendo cuidado y escolarización a más de 130 niños desplazados menores de 14 años.
Cuidado de Necesidades Especiales – Kay Christine y Alcance Comunitario
NPFS gestiona programas dedicados exclusivamente a niños y adultos con discapacidades, abordando una brecha donde no existe servicio público.
- Kay Christine, en St. Hélène, ofrece un hogar permanente para aquellos con condiciones neurológicas complejas.
- Kay St. Germaine en Tabarre brinda servicios de rehabilitación, educación y terapia para niños con discapacidades.
- Centros adicionales como Kay Gabriel y Kay Eliane amplían este alcance, apoyando a familias con terapia, microcréditos y capacitación.
Estos programas desafían el estigma, brindan dignidad y ofrecen a los individuos oportunidades para vivir vidas más plenas.
Hospital Pediátrico St. Damien – Un Salvavidas
El Hospital Pediátrico St. Damien de NPFS es el único hospital pediátrico en Haití con una unidad de oncología infantil. Cada año atiende a decenas de miles de pacientes, incluidos recién nacidos, mujeres embarazadas y niños que luchan contra el cáncer, el VIH o la desnutrición. El hospital es más que un centro médico; es un símbolo de esperanza en un país donde el acceso a la atención médica es raro.
Educación – Programa Don Bosco
A través del Programa Don Bosco en Tabarre, NPFS apoya a más de 300 estudiantes en secundaria, escuelas vocacionales o universidades. Al invertir en la juventud, NPFS está construyendo el liderazgo y la resiliencia futura de Haití. Gracias a NPFS, muchos niños han podido perseguir sus sueños de obtener una educación y disfrutar de mejores futuros.
NPFS Haití: Una Línea de Tiempo de Esperanza en Medio de la Crisis
Año Hito
1987 Se funda NPFS en Kenscoff; se abre el hogar St. Hélène
1999 Se abre Kay Christine para niños con discapacidades
2004 Comienzan los primeros servicios de alcance comunitario
2006 Se inaugura el Hospital Pediátrico St. Damien
2008 Se abre Kay St. Germaine en Tabarre
2010 El terremoto devasta Haití; NPFS responde con FWAL
2012–2013 Se expanden las escuelas FWAL y Kay Gabriel & Kay Eliane
2024 Casi 3,000 niños apoyados; más de 47,000 servicios hospitalarios brindados Agosto
2025 Secuestro de Gena Heraty, personal y un niño; hospitales obligados a cerrar temporalmente
El Nivel de Peligro en Haití: Por Qué el Trabajo de NPFS Es Más Vital Que Nunca
1. Los niños son las víctimas ocultas del crimen en Haití. El secuestro de personal y de un niño ilustra la crueldad que enfrentan las familias todos los días.
2. Sin NPFS, no hay nada. Ninguna otra institución brinda el mismo alcance en educación, atención médica y programas de necesidades especiales.
3. NPFS representa esperanza en la desesperación.Durante más de 35 años, NPFS ha estado presente en los momentos más oscuros de Haití—proporcionando un futuro donde no existía.
Un Llamado a la Acción: Apoya a los Niños de Haití
La situación en Haití nunca ha sido tan grave, y el nivel de peligro para la población haitiana ha alcanzado niveles sin precedentes. Más de 200 pandillas controlan la vida diaria de millones, pero NPFS se niega a abandonar a las personas a las que sirve.
Puedes ayudar:
• Dona hoy para mantener abierto el Hospital St. Damien y en funcionamiento FWAL.
• Genera conciencia compartiendo esta historia con tu comunidad.
• Ora y aboga por la liberación segura de nuestros colegas secuestrados y por la paz en Haití.
Reflexión Final
¿Qué tan peligroso es Haití? La respuesta está escrita en miedo, violencia y supervivencia diaria. Pero también está escrita en resiliencia, compasión y coraje. En el corazón de ese coraje se encuentra Nos Petits Frères et Sœurs (NPFS)—brindando protección, sanación y dignidad en un país fracturado por el crimen y el control. Ahora más que nunca, los niños de Haití nos necesitan. Juntos, podemos asegurar que la oscuridad no tenga la última palabra.